sábado, 7 de julio de 2012

Hemos Avanzado.

Definitivamente tenemos que ver la parte positiva y algo que estoy disfrutando es la reacción de miles de personas, no solamente jovenes están saliendo a la calle, muchos mexicanos de todas las edades estamos diciendo #ExigimosDemocracia.

Pienso que es un agravio contra Andrés Manuel López Obrador que no llegue a la Presidencia, sobre todo cuando se está demostrtando que hubo compra de votos por medio de despensas (caso Soriana), dinero en efectivo, tarjetas Monex, publicidad de Televisa, encuestas de Milenio, Parametria o Mitofsky que sólo sirvieron de propaganda política en favor del PRI, el rebase de topes de campañas, la impresión de 3 millones de boletas de más, justo la diferencia entre el primer y segundo lugar. Hay muchas evidencias que hasta el momento, legalmente no pueden revertir el resultado de la elección, sin embargo sabemos que hubo fraude. 

Conforme van pasando los días, los partidos políticos inconformes (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) van a presentar sus pruebas para impugnar la elección, lo que es normal, lógico y necesario. Sin embargo, la duda principal ¿quien realmente ganó las elecciones? por la naturaleza y las lagunas de nuestras leyes, dejará de ser importante para pasar a un segundo plano.

Lo principal en este momento es que millones de mexicanos sabemos que existieron actos ilegales o por lo menos actos que provocaron una trampa, actos corruptos. Algo que desafortunadamente estigmatiza nuesta concienca colectiva, CORRUPCIÓN tolerada y justificada por muchos. El Partido Revolucionario Institucional hace nuevamente honor a su postura histórica, su regreso a la Presidencia de la República dificilmente podía ser de otra manera más que por medio de éste tipo de actos. ¿Se necesitan pruebas? quizas no es necesario, porque muchos mexicanos entienden el lenguaje del PRI lo tolera e incluso lo apoya. Y más, cuando sufrimos una traición en nuestra trancisión a la democracia con los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

La sociedad mexicana ya no es la misma, los mexicanos hemos cambiado y por lo menos un amplio sector, sobre todos de jóvenes, que no vivió, ni ha entendido el lenguaje del PRI, no está dispuesto a aceptar los actos de corrupción típicos.

Hemos regresado a un nuevo ciclo, pienso que ahora estamos viviendo la vuelta al protagonismo de los jovenes, algo como lo que se vivio en los sesentas, sólo que ahora tienen nuevas herramientas, internet, redes sociales y más información.

Enrique Peña Nieto si ganó o no, ya no es importante. Inicia su gobierno cuestionado y ¿porque no decirlo?, sin legitimidad. Ahora los mexicanos o por lo menos un amplio sector, tendrán otra postura y formarán otra conciencia colectiva, buscarán la legalidad.

Hemos avanzado.


jueves, 19 de abril de 2012

Excesos

México no deja de ser un país maravilloso a pesar de todos los problemas que se presentan a diario, no hace falta hacer un análisis muy profundo para darse cuenta que tenemos que poner corazón y alma para cambiar algo de los grandes desafíos que nos rodean. Desafortunadamente no veo nuevas áreas de oportunidad, para mejorar es necesario contar con una base clara y definida, si esa base social no está lo suficientemente firme dificílmente podemos comprometernos a la mejora.  

Es urgente medidas anti corrupción, un poder judicial ad hoc a las nuevas realidades, una campaña nacional permanente de educación para todos los sectores sociales, sacar del sub empleo a millones de mexicanos e inscribirnos en el desarrollo permanente de la ciencia y tecnología, como una política nacional inquebrantable.   

Sin embargo, el cómo lograr esto implica dejar de lado un concepto de vida basado en los excesos,  hoy tenemos un exceso de pobres, de delincuencia, de contaminación, una concentración de la riqueza en muy pocas manos, una sobre población, un crecimiento desorbitado de zonas urbanas, un consumo atroz, entre otros.

La realidad nos supera y no estamos teniendo una actitud comprometida, no hablo sólo de gobiernos, sino de una población espectadora viendo, sin acciones reales, concretas y dirigidas.

No se puede esperar mucho de una población sin acceso a información importante, pero los que si contamos con la posibilidad de decir algo, tenemos la responsabilidad moral de hablar e invitar a otros a reaccionar, a tomar medidas que tengan eco para no permitir que se tomen desiciones sin que estén avaladas por el interés general.